En las últimas fechas hemos tenido varias incidencias en viviendas, fundamentalmente propiedad de entidades bancarias, relacionadas con las ocupaciones en las comunidades de propietarios.
A lo largo de este mes, se produjo la ocupación de una vivienda en una comunidad de propietarios en la provincia de Sevilla, con zonas comunes, piscina, y otros equipamientos que suponen un coste elevado para los propietarios de la finca. Los vecinos afrontaron la nueva situación con filosofía, aunque no tardaron en llegar las fricciones. Por consiguiente, se produjo un estado de preocupación entre la mayoría de los comuneros, ante la percepción de la perspectiva de que la tensión se prolongara indefinidamente en el tiempo.
Cabe destacar que la Junta de Propietarios tomó varias decisiones muy acertadas, que resultaron determinantes. La comunidad de vecinos contrató el servicio de vigilancia 24 horas desde el momento de la ocupación, y trasladó a las autoridades cada novedad para que éstos se encargaran de establecer si debían permitirlas o podían plantear restricciones. Con esta costosa medida, lograron que no pudieran enganchar los suministros básicos.
Finalmente, se llegó a un acuerdo económico con las personas que habían ocupado la vivienda, a cambio de recuperar la posesión del inmueble. Esta delicada solución permitió que la ocupación de la vivienda durara menos de una semana, lo que supone una marca record respecto a otras situaciones similares que hemos comprobado durante estos años.